Clásicos hay muchos, aunque ninguno como los ravioloni formaggio - pere. Según los registros del monje Guglielmo Malavalle, esta pasta rellena nace a principios del año 1200, entre la Toscana y la Liguria. Su sabor exquisito ha logrado que permanezca en los recetarios de las familias italianas a lo largo de los siglos.
La sutileza de la pera, combinada con el punto justo de queso parmesano y el aroma de la nuez moscada, crean una delicia inconfundible.
Te recomendamos acompañar este clásico con una salsa cremosa, a base de pulpa de pera y mantequilla. Todo un manjar, sencillo y rápido de preparar en casa.
500 gramos
Sémola de trigo duro, huevo y agua
Parmesano, pera y nuez moscada.