El Pecorino Romano es un queso curado que se elabora a partir de leche de oveja. Oriundo de la región del Lacio, se sabe que ya se producía hace alrededor de 2 000 años en las cercanías de Roma. De hecho, los romanos solían deleitarse con él en sus grandes banquetes utilizándolo como un aderezo. Más tarde fue el alimento de las legiones durante sus largas expediciones, cubriendo así las necesidades de los fatigados soldados.

Su nombre proviene de su forma de elaboración, ya que se fabrica con leche de oveja, animal al que en italiano se le dice “pecora”. De pasta dura y con un sabor ligeramente ácido dependiendo del tiempo de maduración, es un producto con denominación de origen y de gran calidad. 

Se elabora con una receta muy antigua en la que se calienta la leche de oveja y se le añade el cuajo de cordero o de cabra, para después separar el suero de la pasta dura que se deja estacionar.

Lo solemos utilizar rallado, para dar sabor a pastas y sopas, también en platos tradicionales como el espagueti all'amatriciana.